sábado, 17 de septiembre de 2011

3 Lugares Buenisimos de Salta

Nevado Del Chañi:



El Nevado del Chañi es un complejo orográfico que se halla encuadrado aproximadamente entre los meridianos de 65º42’ y  65º48’ long. Oeste, y entre los  paralelos de 24º00’ y  24º10’  lat. Sur.  Su cumbre principal, de 5.896 metros s.n.m., y localizada a los 24º03’ Sur y 65º44’ Oeste, constituye la máxima elevación de la Provincia de Jujuy, y una de las más altas de Salta.


Esta montaña forma parte de una larga sierra a la que da nombre, y que sirve de límite en gran parte entre las provincias de Salta y Jujuy, la que tiene un dirección general NNO – SSE, aunque su disposición no es lineal. En esta cadena se destacan, además del Chañi, otros cerros de más de 5.000 metros de altura, distribuidos entre los Departamentos General Belgrano en Jujuy, y Rosario de Lerma en Salta. Entre las cumbres más destacadas podemos citar el Cº Paño, de 5.517 m, muy visitado por los montañistas de Salta ya que pueden acceder a él fácilmente por la Quebrada del Toro;  el Nevado del Castillo, de 5.565 m, también conocido con los nombres de Nevado General Güemes y Piedra Sonada, y que es claramente visible al NO de la capital salteña, y que puede ascenderse desde el Este, por el Valle de Lerma a través del río Yacones, o por el Oeste desde la Quebrada del Toro.
Desde el Chañi hasta el Nevado del Castillo, el cordón es limítrofe, perteneciendo varias de sus cumbres a ambas provincias, pero después el cordón toma definitivo rumbo Sur, adentrándose en territorio salteño, flanqueando la Quebrada del Toro por el Este.
Siendo estricto, a la hora de escribir la historia, es justo señalar que las primeras personas en ascender el Chañi, fueron los antiguos habitantes de la región, quienes lo hicieron con un profundo sentido religioso. Siglos después, aparentemente los Jesuitas operaron en la zona, pero no hay datos precisos al respecto. Aunque en 1901 los suecos Fries y Von Hofsten encontraron los restos de una antigua mina y una moneda francesa con la imagen de Luis XIV.
Sin embargo, desde el punto de vista deportivo-científico, la primera ascensión moderna y registrada al Nevado del Chañi es la que realizaron miembros de la histórica expedición sueca dirigida por E. Nordenskiöld, entre el 8 y el 11 de noviembre de 1901, cuando Von Rosen primero, y luego Fries y Von Hofsten alcanzaron la cima, realizando además importantes descubrimientos arqueológicos y biológicos.
En 1904 lo asciende el famoso explorador y considerado el padre del andinismo argentino, Federico Reichert, siguiendo la ruta de ascenso de los suecos, aunque éste pone en duda la cumbre alcanzada por Von Rosen.
En 1905 se realiza la siguiente ascensión a la montaña, posiblemente una expedición militar, dirigida por el teniente coronel E. Pérez. Durante la misma, se realiza el hallazgo y extracción de una “momia” y su ajuar en la zona de la cumbre, siendo el primer cuerpo congelado extraído de la cumbre de una montaña en Argentina. Se trataría de una niño de unos 5 años de edad, producto de un sacrificio humano.
El Nevado de Chañi, es una estructura montañosa formada por siete cumbres que superan los cinco mil metros de altura, siendo la altura máxima la de la cima principal o Cumbre General Belgrano, de5.896 metros.  Desde el punto de vista deportivo, esta montaña representa un gran desafío, sobretodo porque su pared sur es una de las “grandes paredes” argentinas. Este flanco de la montaña, a pesar de tener numerosos intentos, solo pudo ser escalado en cuatro oportunidades, una de ellas lograda en 1989 por los montañistas salteños Emilio González Turu y Christian Vitry, quienes abrieron una ruta nueva, la “directísima” no reprtida hasta el momento (2003).
Para ascender al Chañi, se puede acceder a la montaña desde el norte-oeste, ruta normal (El Moreno-Jujuy); desde el este por la Quebrada de León (Jujuy) y desde el sur por la Quebrada del Toro (Salta). La escalada de la cumbre principal por la ruta normal no presente dificultades técnicas, pero las otras rutas de escalada, tanto de la cumbre Principal como la de los otros picos menores requieren de mucha experiencia de escaladas técnicas en altura. Precisamente, esta montaña ya se ha cobrado varias vidas de montañistas que intentaron su ascenso por alguna de sus impresionantes paredes de granito y hielo. La mejor época para visitarlo suele ser a comienzos del otoño, especialmente durante el mes de Abril. Durante el verano son frecuentes las tormentas eléctricas, mientras que en invierno es muy frío y ventoso.

El Nevado de Acay:


El Nevado de Acay está localizado en la Provincia de Salta, aproximadamente a los 24º 23’ S y 66º 10’ W,  en el límite entre los departamentos de Rosario de Lerma y la Poma. Forma parte de los cordones más occidentales de la Cordillera Oriental, separando dos regiones bien diferenciadas, la Puna hacia el oeste, y la Cordillera Oriental hacia el este.
            Su cumbre Principal tiene una altura de 5.716 metros, pero la flanquean dos cumbres satélites, algo menores en altitud, llamadas Navaja y Blanca. Además en dirección sudeste se encuentra una prolongación del Acay formada por un par de cumbres menores, denominado Acay Chico (5.350 m).
            Esta montaña es claramente visible si se transita en el “Tren a las Nubes”, desde estación Muñano, desde donde se la puede apreciar hacia el sur en toda su magnitud. Si el viajero transita la ruta nacional nº 51 (Salta – S.A. de los Cobres – Paso de Sico – Chile),  el Acay aparece claramente por primera vez hacia el fondo de la Quebrada de Incahuasi, cerca del paraje Encrucijada, desde donde se divisa también el Acay Chico con su característica forma de “carpa canadiense”. Pero una vez traspasada el Abra Blanca (4080 m) en dirección hacia S.A. de los Cobres, el camino desciende vertiginoso hacia el altiplano puneño, y es cuando puede apreciársele totalmente. 
            El Acay no se encuentra siempre totalmente cubierto de nieve. En invierno solo su cumbre, ocasionada por algunas escasas nevadas invernales. En temporadas secas incluso suele vérsela desnuda. Sin embargo es común que en verano, entre los meses de Enero y Abril, esta montaña esté totalmente vestida de blanco, debido a las tormentas de verano.
            El Nevado de Acay es una de las tantas montañas sagradas de Salta, y tanto en su cima como en los alrededores hay clara evidencia de presencia humana precolombina. En su cima, laderas y alrededores hay restos arqueológicos consistentes en recintos, muros, caminos  y petroglifos. Al respecto, en 1929, un poblador de la zona, Gabino Cruz, encontró en la cumbre una tibia humana. Si bien la primera expedición arqueológica al nevado fue realizada en 1985 por el Dr. Johan Reinhard, gran parte de los detalles, relevamientos y observaciones fueron aportados por los montañistas, como así también por miembros del CECOPAM (Centro para la conservación del patrimonio de alta montaña). Es considerado un santuario de alta montaña clásico de primer orden (CIADAM tomo 6º, 1987-1999)
            Incluso actualmente los lugareños sienten respeto por esta montaña, de la que a su vez existen numerosas leyendas y relatos de tesoros escondidos y dioses guardianes de los mismos.
            Desde el punto de vista deportivo, el Nevado de Acay es un gran reto para montañistas de todas partes. Si bien técnicamente no presenta dificultad alguna, si lo es en cambio los fuertes efectos de la altura que sienten aquellos que intentan su ascensión. Es común sentir decir a los montañistas que el Acay es “una de las montañas más punosas” de la región. Su escalada puede intentarse por diferentes vías. Desde el sur, siguiendo la Quebrada de Capillas, partiendo desde Santa Rosa de Tastil. Pero las rutas más utilizadas por los montañistas son las que acercan al nevado por la Quebrada de Incahuasi, o bien desde el norte, entrando desde Muñano, en ambos casos siguiendo la ruta Nº 51. En el primer caso, se parte desde las cercanías de Encrucijada. En un día o dos se alcanza la base, y el ascenso puede intentarse al tercer día. O bien, puede uno acercarse a la base de la montaña siguiendo un camino en malas condiciones, que partiendo desde Muñano, se dirige en dirección sur, y rodea luego a la montaña por el oeste, desde donde se comienza con el ascenso. En todos los casos conviene realizar un buen período de aclimatación. El mejor momento para su ascenso es a comienzos del otoño, especialmente durante el mes de Abril.

Quebrada de las Conchas:


Descripción General:

Esta Reserva se crea en 1995, por decreto 6.806 con la finalidad de proteger una curiosa formación geológica y altos paredones de singular valor paisajístico, a la vez que un importante yacimiento paleontológico. La superficie que abarca es de 25.874 ha. Aproximadamente y su ecorregión es Chaco Seco y Monte.

Ubicación:

Comprende parte de los departamentos de La Viña, Guachitas y Cafayate. Esta a unos 90 km. Al sudoeste de la ciudad de Salta.

Alternativas Turísticas:

Se la conoce turisticamente como quebrada de Cafayate. En la cercana localidad de Las Juntas, en el departamento de Guachitas, encontramos el Monumento Natural Histórico conocido como Cuevas Pintadas. Se trata de un importante yacimiento de arte rupestre de la cultura Santamaría, desarrollada en la región entre los años 1.200 y 1.400 d.C.

Geografía:

El área presenta una gran belleza paisajística. Sus formaciones rocosas, muy llamativas por su coloración rojiza, pertenecen al periodo Cretácico. Se pueden apreciar geoformas de gran variedad, como la Garganta del Diablo y el Anfiteatro, que asombran por su especial configuración. En el pasado, cuando el habiente era más húmedo, estas formaciones eran cascadas de agua dulce. Dentro de la Reserva esta incluido el río Las Conchas. El área de influencia de la Reserva ha sido determinada por la Ruta Nacional 68 entre las localidades de Las Dunas y Alemania.

Flora y Fauna:

Se precisan inventarios biológicos detallados. En esta área anidaría la raza norteña del loro barranquero.

Otros Recursos:

Por su rico pasado arqueológico e histórico, presenta numerosos restos fósiles. En Puente Morales se encuentran ranas fósiles del grupo de los pipidos. Existen capas de calizas marinas y continentales muy ricas en fósiles e incluso en huellas de dinosaurios. También se presentan los llamados estromatolitos, es decir, restos de viejos tapices de bacterias y algas. En la Yesera hay importantes yacimientos de peces fósiles, evidencia de un proceso que habría ocurrido hace unos 15 millones de años: el último ingreso del mar al continente. Asimismo, se han descubierto caminos incaicos a escasos metros de la Ruta Nacional 68.

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